viernes, 27 de septiembre de 2013

Perdition City

Adoro esas luces que se alzan al imaginar la ciudad. Una especie de metrópoli hundida ante el mar oscuro de la noche, con vapores y sonidos perdidos alzándose en rincones hostiles y helados. Con reflejos pálidos pavimentados y entes vagando en laberintos verticales.

Es una imagen del entorno urbano, reflejando la perdición ante los tiempos oscuros y presurosos donde cada gota de matices multicolores ha sido exiliada. Es una imagen de la crudeza y ese desnudo frío de un desabrigo constante, y una soledad bulliciosa.

Mas aunque tal construcción vaya en contra de la natural esencia del humano, no hace más que despertar emociones puras y propias de ese mismo paisaje. Y es que el ser es adicto a las emociones, y da lo mismo dónde esté sumergido: siempre en torno a él alzará portales y umbrales imaginarios, en el lugar donde yacen tales imagenes, cuyos destinos se precipitan a esencias de su mundo interior. Y es que en cada sentir concentrado, planetas completos aparecen en la complejidad de los mortales.

Evocado por Ulver.
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